Capítulo 5.


-Pues…Que…. Me ha invitado a salir de nuevo. Pero esta vez a cenar.- ¿Qué por qué había dicho aquello? Simple, no le había dicho la verdad a Liam y tendría que salir a cenar con Harry.

-¿Qué?- Liam me miró muy mal. Pero entonces Angie le miró con los ojos muy abiertos y Liam cedió.- Vale, vale. Pero como Harry te haga algo…

-Liam, no me va a  hacer nada. Es solo un amigo.

-Si, claro… Solo un amigo- otra vez Angie. Le miré con cara de pocos amigos y ella decidió cambiar de tema.-Bueno, ¿tenéis hambre? Lo digo por si queréis ir a comer con los chicos o algo.

-¡Si! Podemos ir a Nando’s, ya sabes, para que consultarlo con lo chicos si Niall no parará hasta conseguir que vayamos.- empezamos a reír. Niall era una cucada de chico. Sobre todo cuando comía. –Pero creo que me voy a cambiar, me he manchado un poco de helado.

-Pues claro, si no sabes comer sin que se te caiga algo de comida encima.- ante aquel comentario le pegué un pequeño empujón a Liam.- Bueno, os espero abajo. No tardéis.

Liam salió de la habitación y Angie empezó a gritarme diciéndome que le contara todo. Le conté lo que hablé con Harry, lo del programa. Pero Angie ya lo sabía. Harry se lo había contado a Louis, lo que no me molestó, ya que Louis era su mejor amigo.

-Bueno, ¿y esa cosa tan importante que tenías que contarme? ¡Harry te ha besado! Arggggg! ¡Muero!

-¡Tonta! Es sobre Liam. Dani y él lo han dejado.- cuando dije aquello Angie se puso a dar saltos y a llorar.-Vale, ya chica. Ahora voy a vestirme que Liam tiene muy poca paciencia.

 No sabía que ponerme. Antes no me fijaba en lo que me ponía pero ahora que sabía que Harry iba, yo… Nada. Al final me puse esto:
 

    Cuando terminé de arreglarme el pelo bajamos abajo en busca de mi hermano. Cuando llegamos  estaban Liam y Lou esperándonos. Cogí mis llaves y salimos afuera. El coche de Louis estaba fuera. Nos subimos los cuatro, ellos delante y nosotras detrás. Se tardaban treinta minutos en llegar a Nando’s, que se alargó a cuarenta y cinco ya que había un gran atasco en la carretera principal. Louis y Liam no paraban de hacer bromas a las que Angie respondía con su hermosa risa. Yo ni si quiera atendía a lo que decían solo me limitaba a mirar el paisaje. Pensaba en que todo aquello iba a cambiar en cuanto entrara en aquel programa. Ya no más salir a la calle sin que te molesten. Ya no más ir de compras con mi mejor amiga. Ya no más risas. Pero por cumplir mi sueño merecía la pena. Quizá lo único que me mantenía en pie eran ellos, ya los consideraba como mi familia y sabía que siempre estarían ahí para apoyarme.

 Me encontraba en mis pensamientos cuando algo, más bien alguien, hizo que volviera a la realidad.

-¡Andrea!

-¿Qué pasa ahora Angie?

-Decía que podíamos poner música, pero como estás en tu mundo… Así que decido yo. Poned una de las vuestras. Poned “One Thing”.

-¡No! Joder, ¿no hay otra canción? ¿Tenía que ser esa precisamente? – como no pasaron de mi y la pusieron. Menos mal que llegamos a Nando’s y no tuve que escucharla entera. Entramos y buscamos la mesa de siempre. Estaba apartada de la gente y así podíamos estar tranquilos. En la mesa estaban todos además de Perrie, la novia de Zayn. Tenía miedo de llegar a la mesa ya que Harry no sabía nada de la trola que me había inventado. Era una mesa de forma rectangular y al ver dos sitios libres al lado de Harry decidí dirigirme hacía allí y sentarme a su lado. Pero entonces Liam se me adelantó y se sentó al lado del rizos. Pensaba que estaba perdida, no sabía como Harry iba a reaccionar si me hermano le preguntara sobre aquello, lo cual no dudaba que lo haría lo más pronto que pudiera. Me senté en frente de Harry creyendo que desde allí captaría más su atención cuando Liam le preguntara algo.

 Pero entonces se me ocurrió algo. Busqué desesperadamente mi  iPhone para enviar a Harry un mensaje lo antes posible. No lo encontraba. Me asusté un poco pensando que lo había perdido pero entonces recordé que lo deje en mi habitación. Sin más recursos esperé a que Liam formulara alguna pregunta a Harry. Y entonces ocurrió:

-Oye Hazza me ha dicho mi hermana que la has invitado a cenar pero me gustaría saber cuando.- Harry puso cara de extrañeza. Yo no sabía que hacer en aquel momento. Así que me acerqué a Angie y le pedí su móvil. Busqué el número de Harry y le di a llamada. Cuando sonó el móvil de Harry este se levantó y salió afuera. Yo me dirigí al baño para poder hablar con él por el teléfono.

-Styles, necesito que le sigas la corriente a mi hermano.

-¿Qué has hecho ya, Payne?

-¿Yo? Nada. Tú solo has lo que te digo.

-Vale lo hago porque es para pasar más tiempo  contigo, sino ten claro que me lo pensaría.

-Gra-gracias rizos.-otra vez me había puesto nerviosa. Aquel chico me hacía ser especial, lo que nunca había sentido antes. Pero reflexioné y si me ponía nerviosa cuando él me hablaba, ¿qué haría cuando tuviera que cantar en el programa delante de miles de ojos mirándome?

Capítulo 4.


Llegamos a casa y solo estaba Liam viendo la televisión. Harry decidió irse y dejarme sola para poder hablar mejor con él. Me senté a su lado, no sabía que decir. Él no me dirigió ni una sola mirada, ni un solo gesto, nada. Cuando se ponía así estaba enfadado de verdad. Con miedo a que se enfadará más o a que no me perdonara, intente decir algo.

-Yo… Esto…. Liam, lo siento.- lo miré y seguía sin mirarme.- De verdad, lo siento. Me pasé un poco, pero entiéndeme. Me encanta que me protejas y todas esas cosas, pero necesito mi espacio. Espero que me per…- antes de que pudiera terminar Liam me estaba abrazando. Amaba cuando lo hacía. Quería a mi hermano más que a nadie en este mundo. Él lo ha pasado mal por lo de su riñón y siempre he intentado estar a su lado. Recuerdo cuando jugábamos a mamás y papás con Lou y Angie. Lo pasábamos genial. Con solo deciros que Liam hacía de padre y Lou de madre, os lo digo todo.

 Ahora Liam estaba llorando. Estaba segura que no era por lo que acababa de decir. Algo le había ocurrido.

-¿Qué ha ocurrido Boody?

-Dani, eso ha pasado.

-¿Qué ha pasado con Dani?

-La he dejado…

-¿Qué? ¡Pero si os amabais!

-Si pero nos vamos de gira y es difícil estar juntos. Además se va a mudar a Nueva York por motivos de trabajo y… - ahora lo abrazé yo. Me gustaba Danielle y era una mala noticia el que lo dejaran, pero en parte estaba feliz porque Angie tenía el camino libre con mi hermano.

-Andrea, lo siento. Tú no tienes que pedir perdón. Pero no quiero que te hagan daño, eres demasiado importante para mí. Por cierto, ¿por qué no me dijiste que cantabas así?

-Yo… Bueno… No lo encontré algo importante.

-Mejor. Ya sabes que no quiero que te dediques a la música.

-Oye Liam voy a mi habitación a descansar un rato.

-Vale, vale. ¿No te habrá hecho algo el rizos?

-¡Liam!- salí disparada hacía mi habitación.  Cuando llegué arriba cogí el portátil y lo encendí. Pero entonces sonó el iPhone. Si, un iPhone. Ya os dije que tener a Liam Payne como hermano tenía ventajas.

 Era un mensaje de un número desconocido. Lo miré y ponía:

“Hey Payne. ¿Le has contado ha tu hermano lo del concurso? Supongo que no has sido capaz. Es raro, hoy es la primera vez que hablamos y parece que te conozco de toda la vida. Me he divertido mucho contigo.”

¿Qué como reaccioné? Bueno para que explicarlo. Me moría por dentro. Era como cuando los chicos sacaban un nuevo videoclip y lo veían las directioners. Pero lo que me preguntaba era, ¿de  dónde había sacado Harry mi número? Cuando iba  a responderle me llegó otro mensaje.

“Te preguntarás como conseguí tu número. Se lo pedí a Louis.”

Parecía que este chico me leía la mente.

“Hola Styles. Yo que tú saldría del país, mi hermano crees que me has hecho algo y piensa ir a por ti ;) No, no se lo he dicho. Mi hermano estaba un poco mal ya que Dani y él han roto.  Este Boo Bear… Yo también lo pase genial. Creía que eras diferente”

“¿Diferente? ¿De qué manera Payne?”
“Que eras peor. Pero eres mejor, mucho mejor.”

“Pues entonces igualmente. Yo creía que eras diferente, pero eres increíble.”

Estaba embobada mirando aquel mensaje hasta que tocaron a la puerta.

-Señorita de Styles, ¿no pensabas contarme nada? – era Angie. Con todo esto se me había olvidado contarle lo que paso con Harry.

-¿Nada de qué?

-Ya sabes, de Harry.

-¿Qué pasa con Harry? – cuando Liam dijo aquello me quedé impactada, no sabía que decir. Angie la había liado otra vez. Ahora era el momento. Le decía la verdad o me inventaba algo  para mantener a Liam al margen de todo durante un tiempo. Pero si lo hacía, la mentira no duraría mucho, ya que las pruebas eran en menos de un mes.

Capítulo 3.


-Espera me he perdido.

-Haber, Andrea y yo hicimos una apuesta. El que perdiera tenía que invitar al otro a un helado.- dijo Harry intentando aclarar todo.

-Y esperas que te deje ir, ¿no?- bien, así empezaba la típica charla de mi hermano sobre los chicos.

-Yo…- tenía que decir algo, por una vez tenia que ser yo la que decidiera lo que hacer. Estaba harta de que mi familia eligiera lo que les parecía mejor. Era el momento de dar la cara.- Yo… Si, voy a ir. Es solamente una apuesta. Además tengo 17 años como para elegir donde salir y con quien. Ya no soy esa niña pequeña que hacia lo que sus papas o su hermanito querían. No. Eso se acabó. Y ahora Styles vámonos que nos esperan dos heladitos.

 Salimos de casa y dejamos a todos allí, sin poder decir nada. Pero lo peor es que Harry me atosigaría en segundos a preguntas. Espero reunir el valor para hablar con el sin ponerme nerviosa como lo hice al encararme a mi hermano.

 Íbamos caminando y ninguno hablo durante el camino hacia la heladería. Solo nos mirábamos y sonreíamos tímidamente. Había un gran silencio, pero no era un silencio incómodo, sino agradable.

 Llegamos a la heladería, ahora me preguntaría que helado querría. Entonces tendríamos que empezar a hablar.

-Bueno, ¿de qué te gustaría el helado?- dijo Harry, sonriendo, como no.

-Pues, no se, no quiero el de los sabores típicos pero tampoco quiero uno muy raro. Que tal de… ¿Coco?

-Vale, no hacía falta que me explicaras todo eso, pero bueno- empezamos a reír y él decidió pedirse el mismo que yo.

 Nos sentamos en un mesita que había un una terraza muy bonita que había afuera de la heladería.

-Eres un copión, Styles.- vale, no era la mejor frase para empezar una conversación, pero había hablado, ya era algo, ¿no?

-¿Yo? Jajaja ¡Pero si lo he cogido porque no tenia ganas de pensar!

-Vago.- empezamos de nuevo a reír. Estaba empezando a tomar confianza con Harry. Pero lo que no sabía es que esto que acababa de empezar iba a cambiar pronto.

-Por cierto cantas genial.

-No es verdad.

-Si, enserio. ¿Has pensado en apuntarte a algún concurso o algo?-la verdad nunca me lo había planteado. Pero al saber lo que se siente cuando un ser querido tiene una carrera musical y nunca lo puedes ver se quitan las ganas de hacerlo.

-Bueno, yo… Es que sé que me voy a hacer famosa a costa de mi apellido y la verdad me parece in justo.

-Sabes que puedes ponerte otro nombre en el concurso, ¿no?- vale, eso no lo había pensado. Era una buena idea. ¿Pero qué digo? Si no se cantar.

-Bueno Styles, como tu inteligencia es superior a la de cualquier persona, invéntate un nombre original.

-Perdona pero yo era aquí el vago.- otra vez empezamos a reír.- ¿Qué tal Andy?

-Me gusta ese nombre, me recuerda a mi hermano, ya sabes por Toy Story. Pero necesitamos algo más.

-Yo tengo aquí  mi iPhone.- le pegué un puñetazo pequeño en el brazo.

-Me refería a algo más para el nombre, rizos.

-Pues un apellido o algo así.

-¿Qué tal Stewart, Andy Stewart?

-Me gusta más Payne. Pero te queda bien el nombre. ¿Tu hermano está de acuerdo con esto?

-Me da igual lo que piense, soy lo bastante mayorcita como para hacer lo que quiero.

-Creo que tu discurso le dejo todo claro a tu hermano. Pero tienes que hablar con él, estará mal por lo ocurrido.

-Si, llevas razón. Oye gracias Harry, me has ayudado mucho.- le di un beso en la mejilla y este sonrojó. Espera. ¿Qué? ¿Desde cuando Harry Styles se sonroja con un simple beso en la mejilla? “Esto es raro, muy raro”, pensé.

 Ahora lo importante era entrar en el programa y hacer lo que amaba, cantar. Y con el apoyo de Harry todo sería más fácil.

Capítulo 2.


-¡Hola Payne! Siento llegar tarde-dijo Angie poniéndome ojitos.

-¡Hola Tomlinson! Bueno no tienes que disculparte, ya estoy acostumbrada a que llegues tarde a todo- comencé a reír, pero pare cuando Harry apareció por detrás.

-Hola Angie. Oye Payne ha sido un placer desayunar contigo.- y otra vez sonrió de esa forma.

-No-no hay de que-que Styles.- necesitaba salir de allí, ¡YA!

Por suerte Harry se fue y me quedé a solas con Angie.

-Buenoooo. ¿Qué buen día hace?

-¿Qué?

-Venga, Andrea, a mi no me engañas. Te gusta Harry.- al escuchar aquello empecé a reír de tal manera que se escuchaba por toda la casa. Pero tenía miedo. ¿Y si Angie lleva razón? Bueno mejor será pensar en otra cosa.

-Había pensado que jugáramos al SingStar, como todos los sábados.- cambié de tema. Sabía que no me diría nada porque ella había hecho lo mismo cuando le hable de mi hermano.

-Vale, pero esta vez te ganaré.

-Nadie me gana, lo sabes- le guiñe un ojo y luego fui a buscar el juego. Pero como soy tan olvidadiza no se donde lo deje. Subí a mi habitación, nada. A la de mi hermano, nada. La cocina, claro. Pero cuando llegue allí tampoco estaba. Así que fui al salón a ayudar a Angie a buscar. Entonces alguien entró y tocó a la puerta del salón. Se apoyó sobre el marco de esta y sonreía.

-¿Buscáis algo?

-Si, el juego que me bajé antes de que me dieras aquel susto.- ante aquel comentario empezó a reír.

-¿Este?- Sacó el juego que tenía escondido detrás de su espalda.
-Si, ese mismo.

-Os lo doy con una condición.

-¿Qué quieres pelo de escarola?- bueno Angie no se anda con rodeos. No le da vergüenza nada, excepto hablar con mi hermano claro está.

-Ja ja. Igual de graciosa que tu hermano. Me tenéis que dejar jugar una partida contra la mejor.

-¿Yo?- dios, no, no pienso cantar delante de él.

-Vale, pero el que pierda tiene que…- no Angie, no sueltes una estupidez por favor.- …tiene que invitar al otro a un helado- bien, Angie, ya la has liado.

-Con mucho placer. Ya puedes estar cogiendo pasta Payne que hoy me invitas a un heladito.

-Ni en sueños Styles.

 Pusimos el juego, nunca he estado más nerviosa en mi vida. Parecía que iba a dar un concierto para mil personas y solo estaban Angie y Harry. No sabíamos que canción escoger y al final nos decantamos por “Torn”. Empezó la canción y el empezaba Harry. Tenia una voz que me ma… ¡NO! No pienso caer en sus garras para ser su novia de esta semana. Mi turno. Empecé a cantar, estaba mirando el suelo. Fue un momento algo incómodo. Levante la vista y Harry me miraba con la boca abierta. Pero lo peor de todo, estaban los demás allí. No sé como seguí cantando, quizá por que es algo familiar, siento la música. Cuando acabó todos aplaudían.
  Me moría de la vergüenza y seguro que perdí. Pero para mi sorpresa le acababa de ganar a Harry.

-Hermanita no sabía que cantabas así.

-De mal, ya lo sabía.- me iba a marchar cuando alguien me agarró de la muñeca.

-Creo que te debo algo, Payne.- me sonrió y yo me limite a devolverle la sonrisa. Quizá debería ser un pelín menos cabezota y empezar a salir con algún chico. Pero el problema no era yo, ni Harry. Era Liam.

Capítulo 1.


 Esto está empezando a ser duro pero a la vez es increíble que sea con ellos. Pero quizá ser quien soy no esté ayudando mucho que digamos. Quizá porque hay una persona que me lo impide, pero aun así lo amo. Mi hermano es la persona que más amo en este mundo y eso nunca cambiará, pero hay momentos en los que desearía matarlo literalmente.
     Ser la hermana de “Liam Payne” es… ¿Agobiante? Se podría decir que es eso. Además soy una chica algo especial. Soy la “listilla” de la clase y lo de ser una “Payne” ayuda. Pero lo que más odio de mi es mi timidez. ¿Por qué? Porque la única persona que no es de mi familia y con la que no tengo vergüenza de hablar es con mi amiga Angie, Angie Tomlinson. Bueno y con Louis ya que conocemos a su familia desde que tengo uso de razón.

  Mi  hermanito no me deja acercarme a ningún chico a menos de 1 metro. Ni siquiera con los chicos. ¿Qué que es lo peor? Que con 17 años Andrea Payne no ha besado a nadie aún. Bueno en sueños sí.
  Hablando de sueños creo que…

 Joder otra vez la cancioncita. Creo que debo de quitar One Thing de despertador o empezaré a odiar a mi hermano. “Me quedaré un ratito más”, pensé. Pero como siempre me quedé dormida, desperté de golpe. Miré mi móvil, mierda las nueve. Bajé corriendo las escaleras. Me dirigí a la cocina, con mucho enfado encima.
-No puedo creer que el tonto de James no me haya desperta…-vale, la cagué literalmente. Estaban los cinco allí, mirándome y riéndose.

-¡Hola dormilona!- dijo de repente Louis mientras reía.

-¿No me digas que te creías que hoy era Lunes?- soltó mi hermano. Una de las especialidades de mi hermano era dejarme en ridículo.

-Em…Yo…- me miré, estaba en pijama. Bueno con esa gran camiseta de mí hermano que usaba como pijama. Después de verme, salí disparada hacía mi cuarto.
  Me duché y tarde bastante rato. Luego me puse una falda azul, la cuál me quedaba por encima de las rodillas. Arriba me puse una camisa blanca y en los pies unas bailarinas blancas. Me pinté un poco, me gusta ir lo más natural posible.

  Llamé a Angie porque creía que si ella venía a casa me daría menos vergüenza ver a los chicos después de lo ocurrido.
-¡Angieeeeeeeeeee!

-¿Qué pasa Payne?
-Te necesito, aquí, ya, AHORA. Espera un momento, ¿qué estás escuchando?

-Pues, yo… One Thing.

-Como no, una canción en la que cante mi hermanito- Angie lleva colada por Liam mucho, mucho tiempo. Ella es una chica preciosa es castaña con reflejos rubios, de ojos marrones y piel morena. El problema es que la única palabra que le oído decir  a Liam es “Hola”. Bueno y que los chicos prometieron a Lou que no saldrían con ninguna de sus hermanas. Pero pienso conseguir que este con mi hermano.
-Bueno que ya salgo para allá. Adiós.

-Si tú cambia de tema. Adiós.
  Angie no llegaba y pensé que podríamos jugar a la Wii o algo así. Por lo que decidí ir a la habitación de mi hermano a coger el SingStar. Cuando termine, Angie todavía no había llegado. Baje poco a poco las escaleras. Miré hacia ambos lados, no había nadie, tenía hambre y quería mis tostadas de nutella.

-Bien, no hay nadie, camino libre.- dije susurrando. Pero entonces alguien me agarró de los hombros por detrás y pegué un chillido que se escucho por todo Reino Unido.
-¿Dónde ibas Payne?- dijo el sin parar de reír.

-Yo i-iba a de-desayunar. –dije algo nerviosa, agachando la cabeza y sonrojándome.

-¿Puedo acompañarte?
-Pues cla-claro.

  ¿Pues claro? ¿Qué haces Andrea? Estás loca. Seguro que no puedes volver a hablarle.
 Cuando llegamos a la cocina, preparé el desayuno para los dos.

-Oye, ¿te ayudo?
-No, eres el invitado y te tengo que servir yo.
-Bueno, lo chicos y yo estamos aquí metidos la mayoría del tiempo así que se podría decir que vivo aquí.- dijo con esa sonrisa con la que enamora a cualquier chica y esos ojos que… No, no y no, Andrea no.

 Entonces se levantó y me ayudó a poner el desayuno. Comí muy rápido. Cuando terminé, sonó el timbre. Le sonreí y me salí disparada hacía la puerta. “Gracias, Angie, gracias” pensé.