Cuando decidí que era
la hora de ir a casa los señores Tomlinson pensaron que no estaba bien que
fuera sola a casa por la noche, por lo
que me acompañó Louis. El trayecto solo duraría unos diez minutos, así que
Louis aceptó.
Durante el camino me
contó todo lo que le había dicho Harry sobre lo del “X Factor”. Pero entonces
tuvo que soltar aquella estúpida pregunta.
-Andrea, se sincera. ¿Sientes algo por Harry?- ¿Se puede
saber a que venía esto? Me quede congelada, sin saber que responder. ¿Qué le
decía? ¿Qué llevaba colada de aquel chico de pelos rizados desde que
participaron en aquel concurso? ¿Qué todo este tiempo estuve sin decirle nada a
nadie por miedo a una respuesta negativa? No, definitivamente no le podía decir
aquello… ¿O sí? La verdad es que tengo mucha confianza con él.
Durante un largo rato
pensando los pros y contras de mi respuesta, se lo conté todo. Le conté que
aquel chico de ojos verdes con pelo rizado me enamoró desde el primer día que
lo ví y que ahora que me hablaba por mi primera vez, me sentía como en otro
universo paralelo.
Ante aquella repuesta
Louis solo respondió con un “Ya lo sabía”. Espera, ¿ya lo sabía? Pero… ¿Cómo?
-Lou, no entiendo…
-La verdad es que cuando teníamos diez años estaba coladito
por ti. Pero no te sientas incómoda, ya no me ocurre nada por ti. Bueno desde
que me fijé en como miraba a Harry, bueno nos fijamos todos excepto Liam y él.
Solo déjame decirte que aunque Harry sea mi mejor amigo, tengas cuidado. A él
no le gusta hacerle daño a nadie pero a veces hace cosas que no debería, sobre
todo con las chicas.
-Esto, yo… Se donde me meto Louis y sé que Harry no me hará
nada malo. Además, ni si quiera tenemos algo y no se si alguna vez vayamos a
tener algo. Gracias por acompañarme, ya se llegar yo sola.- ¿Me enfadó aquello
que dijo Tommo? Si. Sabía que llevaba razón pero no quería asumir que aquello
era verdad. Dejé allí a Louis, sin poder decir nada más. Me fui enfadada hacia
mi casa que estaba a unos metros. Saqué las llaves de mi mochila y entré.
¿Qué parecía una niña
pequeña por como había reaccionado? Lo sabía, pero no me arrepentía de aquello.
De momento.
Al entrar vi que mi
madre hacía la cena mientras mi padre y mi hermano veían un partido en la televisión.
Me acerqué a cada uno de ellos y le di un beso. Subí mi vestido a la habitación
después de repetirle a mi madre varias veces que no tenía hambre y quería
descansar.
Me puse la camiseta
ancha de mi hermano, cogí mi móvil y me tumbe en la cama. Revisé si tenía algo.
Nada. Puse el despertador y me dormí.
“I've tried playing it cool. Girl
when I'm looking at you. I can never be brave. Cuz you make my heart race”. Lo
único que pensé fue, ¿por qué no había cambiado aquella canción anoche? Si,
porque soy demasiado retrasada. Entonces recordé que era sábado lo que provocó
que apareciera una gran sonrisa en mi rostro.
Me levanté
rápidamente y miré mi vestido otra vez. Luego bajé como una bala las escaleras.
Como siempre todos estaban desayunando y yo era la última.
Cogí una caja de
cereales, la coloqué en la mesa. Agarré una taza de “Bob Esponja”, la cual
amaba, y le llené de leche. Cuando ya estaba sentada recordé que no había dicho
ni buenos días. Así me acerqué uno por uno a los miembros de mi familia les di
un beso a cada uno y les solté un buenos días. Todos quedaron extrañados por
aquella felicidad que yo mostraba. Nunca había estado así, siempre estaba
preocupada por la enfermedad de Liam, pero ya él estaba bien y yo también lo
estaba.
Tras una mañana
larga, solo faltaban 2 horas para que Harry me recogiese. Me peiné con una
trenza de espiga y me maquillé un poco más que siempre lo hacía. Aquel vestido
hacía resaltar mis ojos color miel pero a la vez verdes:
Entonces sonó el timbre. Cogí mi bolso y me preparé para una
de las mejores noches de mi vida, o eso creía yo.